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Amnon Neumann: Estuve en el Segundo, Octavo y Noveno Batallones del Palmach desde Febrero 1948 hasta que fuí dado de baja en Octubre 1949. Estuve ahí todo ese período, excepto por unos meses después que fui herido y cuando murió mi padre.
El período más importante para mí, en cuanto a la Nakba, fué Abril-Mayo 1948, cuando ocurrieron las batallas o enfrentamientos con los locales, antes que llegara el Ejército egipcio. Al comienzo nosotros escoltábamos convoyes viajando por la ruta de Iraq Suwaydan, de Rehovot, a través de Iraq Suwaydan, Kawkaba y Burayr, hacia Nir-Am donde estaba nuestro cuartel central. Entonces un grupo de árabes armados se ubicaron en Burayr y no nos dejaron pasar, así que nosotros tomamos otro camino, desde cerca de Ashdod donde se encontraba Isdud, a través de Majdal, Barbara, Bayt Jirja, hacia Yad Mordechai. Desde ahí nos dirijimos a Nir’ Am. Esas eran las rutas que usábamos hasta que llegó el Ejército egipcio, fué una situación completamente diferente. El Ejército egipcio llegó cuando habíamos limpiado toda la Resistencia árabe, que no fué muy fuerte. Sería una exageración decir que luchamos contra los palestinos… al punto que no hubo una batalla, casi ninguna batalla. En Burayr hubo una batalla, hubo algunas batallas aquí y allá, lejos al norte. Pero no fueron grandes batallas; ¿porqué? Porque no tenían capacidad militar, no estaban organizados. Las grandes batallas comenzaron cuando entro el Ejército egipcio, y esos fueron problemas muy difíciles, especialmente el 15 de Mayo, cuando aún eramos un ejército organizado –el Palmach- semi-militar. Pero sus soldados estaban organizados con los métodos británicos, peleaban como británicos. Pero no tenían líderes y no tenían motivación. Así que cuando atacaron, lo hicieron muy mal, difícilmente sabían como atacar, pero sabían como defenderse a si mismos. Sabían que luchaban por sus vidas. Pero por todo lo demás, eran un ejército de quinta categoría. Tenían terribles cañones que eran un infierno matándonos. Tenían tanques de todo tipo, y fueron un problema para nosotros. Nosotros no teníamos nada, teníamos vehículos blindados, esos con los que era imposible combatir, no contra tanques y ni siquiera contra los semi-orugas, ¿correcto? Pero logramos enfrentarlos más o menos.
La fuga de los aldeanos, y creo que este es el tema importante aquí, ocurrió gradualmente. Yo solo se lo que ocurrió en la ruta de 'Iraq Suwaydan’, (a través de) Majdal, hacia 'Iraq al-Manshiyya’. Nosotros estábamos en el sur de esta zona, y al norte estaba la Brigada Givati. El día que los egipcios entraron a la guerra, el Negev fué dividido y fué principalmente nuestra culpa, mi pelotón falló… Luego contaré más sobre esto. Pero eso no fué lo importante. Los ataques egipcios fueron importantes. Nos golpearon duro y sin piedad.
La fuga de los aldeanos comenzó cuando empezamos a escoltar a los convoyes en las rutas. Fué entonces cuando comenzamos a expulsar a los aldeanos… y al final ellos huyeron solos. No hubo eventos especiales que valga la pena mencionar. Ninguna atrocidad ni nada. Ningún civil puede vivir mientras se desarrolla una guerra. Ellos no sabían que se iban por un período largo de tiempo, no sabían que ya no regresarían. Nadie se hubiese imaginado que la gente no regresaría.
Primero expulsamos a algunos … y luego comenzamos a expandir la expulsión lateralmente. Hasta Najd, Simsim, esa fué la etapa siguiente. No hubo batallas, excepto por una en Burayr. En el norte hubo batallas, con Givati, pero nosotros no tuvimos batallas. Nosotros lo hicimos bien con ellos … (silencio). Una aldea fué dejada, entre Dorot y Nir-‘Am, fué Kufr Huj, ellos no se fueron y nosotros no los expulsamos. Probablemente hubo algún acuerdo a alto nivel por el cual Huj no sería tocada.
La primera vez que entré a Kawkaba y Burayr quedé asombrado por su pobreza. No había nada ahí. Ni muebles ni nada, había estantes hechos de paja y barro, las casas estaban hechas de paja y barro. Ellos vivieron por miles de años sin ningún cambio, y lo único que les ocurrió fue el desastre de la Nakba en “Tashah” (1948). Porque nosotros no llegamos a cobrar impuestos, llegamos a heredar la tierra de extranjeros. Ese fué la base de nuestro pensamiento. Los expulsamos debido a la ideología zionista. Pura y simple. Nosotros llegamos para heredar la tierra. ¿De quien heredas la tierra? Si la tierra está vacía, no la heredas de nadie. La tierra no estaba vacía así que la heredamos, y quien hereda la tierra deshereda a otros. Por eso es que no los trajimos de vuelta. Así fué en todas partes, en el norte y en el sur, en todas partes. Este es el punto más importante. La tierra no estaba vacía como me dijeron cuando era un niño. Lo sé, porque viví con árabes. Recuerdo que fuí herido y que volví a mi hogar, después de Abril 1948, después que habían expulsado a los árabes de Haifa, ellos escaparon. Nuestras aldeas, Yajur y Balad al-Shaykh , tampoco existen actualmente. Están vacías. Yo volví a mi hogar y mi padre me dijo, ven, siéntate hijo. Me dijo, ¿sabes lo que ocurrió? Y le dije, si, pasé por Balad Al-Sheikh y no había nadie. Él dijo, Si, fue un desastre. Esa no era la intención. Esa no fue mi intención. Él estubo con con el Segundo Aliyah. Y dijo: esa no fué mi intención. O sea que nadie pensó en estas categorías, puede que los líderes del Yishub lo hayan hecho. Mi padre era un hombre simple, un trabajador toda su vida. Luego yo volví al Negev e hicimos lo mismo. En ese momento yo no vi nada incorrecto con eso. Fuí educado para eso igual que cualquier otro. Y yo continué con eso fielmente, y si me hubiesen dicho cosas que no quiero mencionar -las hice sin la menor duda. Sin pensarlo dos veces. Durante cincuenta o sesenta años me he estado torturando a mi mismo por esto. Pero lo hecho hecho está. Fué hecho bajo ordenes. No quiero entrar en eso, estas no son cosas que … (largo silencio).
En el norte lucharon. En el sur no lo hicieron, no tenían nada. Eran miserables, no tenían donde ir, ni a quien preguntar.
Eitan Bronstein: ¿qué ocurrió en la aldea Burayr?
Amnon Neumann: Hubo una batalla,y hubo una masacre …
Eitan Bronstein: ¿puedes contarnos un poco más sobre esto?
Amnon Neumann: No quiero meterme en estas cosas, déjenme solo! No son … no son cosas en las que nos metemos. ¿porqué? Porque yo hice eso. ¿es una buena razón? (largo silencio)
Puedo hablarte de una cosa. Recibimos la orden de ocupar la intersección cerca a ‘Iraq Suwaydan. Había una gran estación de policía que dominaba toda el área. Fuimos con cinco jeeps y cinco blindados. Nos detuvimos en la intersección, y de golpe escuchamos el sonido de tanques en dirección a Majdal. Con nuestros rifles y ametralladoras no podíamos enfrentar a los tanques. En el momento que los vimos huímos en dirección a Kawkaba, a medio kilómetro de distancia, y nos escondimos en la aldea. Luego llegaron los tanques, se detuvieron allí y comenzaron a girar sus cañones, no dispararon ni hicieron nada.
Dan Yahav: ¿qué tanques?
Amnon Neumann: Los de los egipcios. Solo ellos tenían tanques (risas), nosotros no teníamos tanques aún. Unos minutos después comenzaron a dispararnos desde todas partes. Nos sentamos en los blindados, los disparos no eran tan … pero disparaban desde todas partes. Hasta que decidimos descubrir quien estaba ahí. Salimos, miramos alrededor, corrimos un poco. Eran los aldeanos que habían huído de Kawkaba los que nos disparaban. Entonces el comandante de nuestra compañía, un buen muchacho, apareció de repente en su camioneta, sacó una pistola y dijo, “ustedes abandonaron la intersección, ¿saben qué significa eso? No será pósible volver a pasar por el Negev nunca más”. Así que nosotros le dijimos, Moishe, ve adelante y dirígete a la intersección, mira de cerca, ¿puedes ir a la intersección? Él se relajó un poco y entonces llegaron los Spitfire de los egipcios, nos bombardearon y destruyeron su camioneta. Él saltó hacia los arbustos y salió con vida.
Eitan Bronstein: ¿Entonces quien hizo los disparos?, no entiendo quien hizo los disparos.
Amnon Neumann: Los árabes que vivían en Kawkaba, ellos vieron que nosotros huíamos, entonces aparecieron.
Eitan Bronstein: Y entonces ellos les dispararon a ustedes, ¿los árabes de Kawkaba?
Amnon Neumann: Si, así fue, nos dispararon desde las colinas, desde los wadis.
Lia Tarachansky: ¿En Kawkaba no había más gente?.
Amnon Neumann: No había nada ahí. Lo único que recuerdo son las terribles pulgas que había, nos devoraron.
Eitan Bronstein: ¿Cuántos eran ustedes?
Amnon Neumann: Eramos un pelotón, treinta personas. Yo estaba en el pelotón de exploración. Había otros pelotones, en Nir-Am, en Dorot, en esos lugares.
Amir Hallel: ¿Pudo ver usted a los árabes residentes?
Amnon Neumann: Si, pude verlos en un lugar, en dos lugares, cuando los expulsábamos por la noche.
Dan Yahav: ¿qué clase de armas tenían ustedes?
Amnon Neumann: Desde el 15 ó 17 de Mayo, recibimos armas checas. De ambas y Bazot. Pero hasta entonces, yo tuve un rifle inglés de 1904, con la culata rota que até con un alambre.
Eitan Bronstein: ¿Cuándo se unió al Palmach?
Amnon Neumann: Me uní al Palmach en 1946, a los 16 años y medio de edad.
Eitan Bronstein: ¿y desde entonces se entrenó usted regularmente?
Amnon Neumann: Si … ¿debo contar los detalles?
Lia Tarachansky and Eitan Bronstein: Es importante.
Amnon Neumann: Nos entrenábamos en Yagur. Después de cuatro meses en el Palmach, todos nuestros comandantes muerieron en un convoy en Haziv Bridge. Nos quedamos huérfanos.
Amnon Neumann: Una semana después, el ejército británico nos rodeó y nos puso bajo custodia en 'Atlit. Después de estar dos semanas o un mes en 'Atlit, fuimos liberados y transferidos a Gvat. Y de ahí fuimos transferidos después de un tiempo a Heftziba. Estuvimos ahí alrededor de un año, y un día nos llamaron para una votación nominal y nos dijeron, “Mañana serán dados de baja del Palmach” (habíamos estado en el Palmach durante un año y nueve meses) y nos condujeron a un kibbutz cerca de Rehovot. Al día siguiente, llegaron camiones y nos llevaron, llegamos ahí a la mañana, nos llevaron al comedor y nos dijeron, “Ahora les diremos que está pasando. La fábrica más grande de municiones de la Haganah está aquí. Ustedes comenzarán a trabajar aquí, no son más parte del Palmach ni nada como eso, ese fue el arreglo”. Trabajamos ahí hasta que se declaró la guerra cuatro meses después.
Eitan Bronstein: ¿en qué trabajó usted?
Amnon Neumann: Yo hacía casquillos (para las armas), nada podía ser más aburrido. Era una fábrica inmensa, aún está allí, en Kiryat HaMada en Rehovot, en Givat HaKibbutzim. Estaba bajo tierra. Si, si, yo era un miembro del (kibbutz) Maagan Michael, no tenía elección. Nadie me preguntó. La fábrica es impresionante, nosotros también estabamos impresionados por ella en ese momento. Fue en Rehovot al lado de la estación de tren, muy cerca de la estación de tren, y nosotros trabajamos ahí hasta que se declaró la guerra. Cuando comenzó la guerra continuamos trabajando ahí. Entonces un amigo mío vino y me dijo, Mira, nosotros somos soldados entrenados, fuimos enseñados y somos soldados con conocimientos. ¿qué hacemos fabricando casquillos? Entonces le dije, ¿sabes qué? Ve a los cuarteles centrales del Palmach y averígualo, y así fue. Él fue y luego dijo, “Mañana me voy del kibbutz”. Yo le dije, yo no puedo irme, y ellos no quieren que te vayas de aquí tan rápido. Y él dijo, “yo me voy”. Él se fue, y una semana después dije en el kibbutz que yo también me iba. Pensamos en irnos a Jerusalém. Nos enviaron al Negev. Cuando llegué a la estación de tren en Rehovot escuché una terrible explosión, miré atrás y vi un tren rodando por la pendiente. Entendí que pasaba. El Etzel (Irgun) o el Lechi (La pandilla Shtern) lo hicieron.
Dan Yahav: El Lechi.
Amnon Neumann: Ellos volaban los trenes que transportaban al ejército inglés a Egipto. Corrí hasta perder el aliento a Rehovot y luego fuí a Negev.
Dan Yahav: Ustedes no solo fabricaban casquillos de balas, también balas de 9 mm, ¿o no?
Amnon Neumann: Seguro, pero yo solo hacía los casquillos.
Eitan Bronstein: ¿qué más fabricaban ahí?
Amnon Neumann: Balas Sten, y ellos inspeccionaban las partes de Sten. Ellos las probaban allí, había un lugar especial para disparar. Era una fábrica grande, trabajaban alrededor de cincuenta personas. Bajando allí, siete metros, estaba … pueden ir a visitar el lugar hoy día.
Amnon Neumann: Yo hice un curso de exploración por eso me pusieron en un pelotón de exploración y había otro pelotón allí. Cuando llegamos allí mi amigo me dijo, “¿no te da pena? Hay cañones ahí.” Yo le contesté, “¿y qué si hay cañones? Yo nunca escuché un cañón.” Entonces él me dijo, “Es algo terrible. Ve cava un pozo y entiérrate, antes de medianoche.” Lo hicimos, nos cubrimos. La siguiente mañana vi que se moría de miedo. Un muchacho valiente, un gran muchacho, pero muriéndose de miedo. Le dije, “Platchia, ¿qué ocurre?” Él me respondió, “Hay cañones!” Queríamos ir a comer a las ocho, él me dijo, “No, no iremos a comer a las ocho, iremos después. A las ocho y cuarto los terribles cañones de Beit Hanon, habían cerca de diez de ellos aquí, abrieron fuego simultáneamente. Ahora entiendo que lo que habían hecho más temprano fue calibrarlos. Pero nadie sabía lo que era un cañón, y nadie sabía que era calibrar un cañón. Así que ellos los calibraron un día antes, antes incluso de que yo llegase ahí, y ellos vieron –tenían grandes puestos de observación- que todos estaban entrando al comedor, no fué en Nir-Am sino en Mekorot, antes de Nir-Am, y entonces abrieron fuego muy pesado. Nos sentamos por tres horas, hasta que terminaron de destruir completamente todo el lugar y todo se calmó. Salimos, el comandante del pelotón se aproximó y me dijo, “Un amigo mío de Kfar Yehezkel vino a visitarme, él está en una zanja, mira”, entonces vi a todos los muertos. Toda la zanja estaba llena de gente muerta. Todo el comedor estaba lleno de gente muerta. Quien no se cubrió estaba muerto o se escapó, logró escaparse. Hubo algunos que lograron escapar. Esa fue la recepción de bienvenida del ejército egipcio. Después hubo un avance y fueron … La batalla de dos semanas por Be’erot había comenzado … cerca de Yad-Mordechai. Tratamos de desviar a los egipcios pero no lo logramos. Solo en la última noche cuando habíamos decidido que los dejaríamos, que nos retiraríamos del lugar, fuimos capaces de sacar a toda la gente.
Pregunta: ¿de qué años estamos hablando?
Amnon Neumann: Julio del 48, hasta el primer cese del combate. En ese momento ya no había árabes en el área.
Pregunta: No se si va a volver más tarde al tema sobre el que quiero preguntarle. Usted dijo “nosotros expulsamos” a los aldeanos, ¿puede explicarnos como se hace una expulsión, como fué hecha?
Amnon Neumann: Si, hasta ese momento algunos de ellos huyeron y otros fueron expulsados. Nosotros disparábamos y ellos huían a Gaza. Pero nosotros los expulsamos sistemáticamente el último día antes del cese de los combates. Durante el cese hubo algunos combates. Ellos trataron de penetrar a través de la ruta Gaza-Beersheba y nosotros los detuvimos. A los egipcios! No había nadie más a quien detener.
Eitan Bronstein: ¿puede usted decirnos en este contexto, recuerda usted cual fué la orden que recibieron sobre las aldeas árabes?
Amnon Neumann: Les contaré. No me gusta, pero se los contaré. En el último día del cese nos dijeron que los egipcios contrabandeaban cañones de 20 mm. A las aldeas de Kawkaba y al-Muharraqa, y a la mañana los iban a usar y necesitábamos destruir esas aldeas. Nos dirijimos a ellas … y los hombres habían huído, esa era la práctica común. Los hombres se iban primero, dejando a las mujeres y niños, y luego … (silencio) nosotros debíamos expulsarlos, ¿correcto? Y eso ocurrió en Kawfakha. Yo estaba en Kawfakha, otros estaban en al-Muharraqa. Es a 15 Km. de Gaza. Rodeamos la aldea, comenzamos a disparar al aire, y todo el mundo comenzó a gritar, si, y … y los obligamos a irse. Las mujeres y niños se fueron a Gaza.
Lia Tarachansky: ¿hubo gente que no quiso irse?
Amnon Neumann: Nadie se atrevió. Le diré porque: ellos pensaban que quien se atreviese sería asesinado. Ellos lo hubiesen hecho, si hubiese sido al revés. No eran santos. Está en la cultura de la gente, así es como siempre ha sido. Quienquiera se resistiese sería asesinado con una espada o de un tiro. No es algo raro. Por la mañana no había nadie ahí. Quemamos las casas que tenían techo de paja.
Eitan Bronstein: Un segundo. No entiendo, ¿Cuál fue exactamente la orden en este tema, hubo una orden en algunas aldeas de destruir toda la aldea y no en otras? ¿Cuál fué exactamente el procedimiento?
Amnon Neumann: No, no, no. Estas aldeas estaban en nuestra retaguardia, y desde un punto de vista militar tenía sentido. Nadie sabía … nosotros no encontramos ningún cañón ahí - eso está claro. Pero ahora es una superficie plana, un área abierta en la que puedes maniobrar.
Amir Hallel: Antes de esa fecha, ¿si usted se hubiera acercado a esa área hubiese sido peligrosa, hubiesen sido peligrosas?
Amnon Neumann: Nadie se hubiera atrevido a entrar a una aldea deshabitada. Nosotros nunca entramos a las aldeas para ocuparlas sino para expulsarlos. Alguien preguntó antes como eran expulsados. Así es como se hacía. Luego esto mismo les ocurrió a las tribus Tarabin y Bedouin. Eso ocurrió medio año después.
Amir Hallel: Usted dijo que en toda el área de las aldeas lejos al norte –cuando los egipcios les dispararon a ustedes desde Beit Hanoun en Junio en toda el área excepto en Huj – usted dijo que no había árabes. ¿entonces qué les ocurrió a esas aldeas?
Amnon Neumann: No había árabes, o habían huído o fueron expulsados. Nosotros habíamos conquistado Burayr en una batalla. Los demás, vieron que no había nada en Hulayqat así que huyeron. La gran batalla de Hulayqat fué entre nuestro ejército y el egipcio. No había civiles.
Amir Hallel: Y en Burayr, ¿qué batallón fué?
Amnon Neumann: Ese fué el Segundo Batallón del Palmach.
Amir Hallel: ¿Ellos atacaron Burayr?
Amnon Neumann: Si.
Eitan Bronstein: Pero quien estaba resistiendo ahí, ¿contra quien fué la batalla ahí?
Amnon Neumann: Los aldeanos no podían hacer nada contra las unidades armadas que entraban en la aldea, nosotros les llamabamos “pandillas”. ¿pero qué significa “pandillas”? Esos eran grupos de soldados locales que no fueron entrenados. La batalla en Burayr tampoco fué una gran batalla, ellos huyeron.
Amir Hallel: ¿Los habitantes de la aldea?
Amnon Neumann: No, la gente armada eran extranjeros, ellos vinieron a defender la aldea. Qawuqji les dijo, “Combátanlos, combatan a los judíos –nosotros vinimos a ayudarlos desde Acre.” Ni ayuda ni nada. En Sumayriyya cerca de Regba ocurrió lo mismo. Esta fué la característica en el sur también, donde estaba yo, y también en el norte. Con los locales había también … en el norte hubo más batallas, incluso batallas difíciles.
Eitan Bronstein: ¿está usted diciendo que hubo una batalla con gente armada que no eran habitantes de la aldea, en Burayr. Pero que al mismo tiempo aún había residentes de Burayr en la aldea?
Amnon Neumann: Si!
Eitan Bronstein: ¿entonces, hubo una batalla?
Amnon Neumann: Hubo una batalla, y también hubo pequeños asesinatos y cosas similares y entonces todos los habitantes huyeron.
Eitan Bronstein: Si, hay testimonios de que hubo una masacre en Burayr.
Amnon Neumann: ¿escuchó usted sobre esto?
Eitan Bronstein: Si.
Dan Yahav: Yo escribí sobre esto, aparece en mi “Pureza de las armas”.
Amnon Neumann: ¿lo hizo usted?
Dan Yahav: Si.
Amnon Neumann: Yo no acuerdo con ello.
Dan Yahav: Y en otras aldeas también.
Amnon Neumann: Lo se, yo no acuerdo con ello!
Dan Yahav: Permítame un minuto, yo veo que el tema de la expulsión es un tema muy sensible. Usted era un soldado, yo también fui un soldado, y cuando luché no supe exactamente que estaba ocurriendo en esa área. Pero hay excelentes descripciones en el archivo Negba. Hay una excelente descripción de un miembro del kibbutz! Él ve la expulsión, él ve el convoy con los niños y todas sus cosas y le hace recordar las terribles cosas que ha hecho el pueblo judío. Lo mismo está disponible en el Shmaria Gutman’s en Na’an, acerca de Lud, Lud y Ramle, sobre la expulsión.
Amnon Neumann: Oh, cierto, cierto.
Eitan Bronstein: ¿hoy dia, es muy sensible para usted recordarlo?
Amnon Neumann: (tranquilo) Si, lo es.
Amir Hallel: Usted dijo que hubo una época en que solía pasar por Bureir y por el mismo lugar en que estuvo.
Amnon Neumann: Si, nosotros no podíamos pasar por ahí porque el tiroteo fué muy fuerte, y nuestros miserables carros blindados no lo soportaban. Por eso fuimos por Ashkelon, Isdud, Barbara, Bayt Jirja, descendiendo hacia Nir-'Am. Parte de la ruta fué incluso por caminos de tierra. Quiero destacar la gente con quienes estuve ahí, en nuestro pelotón todos habíamos nacido en este país. En el otro pelotón había otros, incluyendo inmigrantes y gente que no había crecido en el aire amable del país, un aire de gente que sabía que era lo que iban a hacer, quienes dieron sus vidas sin pensarlo dos veces.
Eitan Bronstein: ¿Cuál era la atmósfera entre la gente en términos de los sentimientos que tenían acerca de lo que ocurrió entonces, durante ese tiempo?
Amnon Neumann: Fué un período horrible: estabamos seguros que los egipcios nos iban a eliminar, especialmente después que nos separaron del Negev. No sabíamos que el Noveno Batallón se estaba organizando en el norte y vendría a romper el cerco, no sabíamos eso. Eso fué después, en la Operación “Yoav”.
Eitan Bronstein: Así que en términos de sensaciones, ¿hubo una sensación de que era como el fin?
Amnon Neumann: Eso fué lo que observé, lamentablemente. Había también un segundo pelotón con nosotros en Burayr. Un muchacho, un judío egipcio, vino aquí y me dijo –disculpeme- “la cogí y la maté”.
Eitan Bronstein: ¿Lo escuchó usted decir eso?
Amnon Neumann: No, a mi me contaron de esto después, yo no lo ví. Y luego ellos huyeron, la gente que estaba ahí y la vieron, una chica de 17 años de edad, él le pegó un balazo en la cabeza. Yo me acerqué al comandante de mi pelotón, quien era de Tel Yosef, y le dije, le dije a él, “yo creo que hay que matarlo”. Él me dijo, “Termnina ya! Vamos a morir todos en una semana o dos, para que te estás entrometiendo … “ ese era el estado de ánimo en esos momentos. Después las cosas mejoraron. Vimos que los egipcios no valían mucho, y que podían ser vencidos, y nosotros atacamos los cañones y los destruímos y matamos a muchos egipcios ahí. Después de eso la situación se estabilizó.
Amir Hallel: ¿qué pasó con ese muchacho?
Amnon Neumann: Nada. ¿qué le ocurrió? No me pregunte! No me pregunte que pasó.
Amir Hallel: Usted me dijo…
Amnon Neumann: ¿yo le dije? ¿Entonces porque necesita que lo diga aquí? No es importante. Como yo no era importante. Él fue muerto después, pero muerto de una forma horrible. ¿pero porqué eso es importante? Muchos de mis amigos fueron muertos no de una forma tan horrible.
Eitan Bronstein: ¿podemos volver a esa expresión tan duraque usted mencionó?. ¿de esa palabra usted entendió que había habido una violación seguida de muerte?
Amnon Neumann: Yo no la ví, pero la gente que corrió la vió. Ellos vieron a esa chica tirada con un balazo en su cabeza.
Dan Yahav: Pero ellos la habían lavado, ella estaba limpia.
Amnon Neumann: Yo no ví y no pregunté, ¿Cómo lo sabe usted?
Dan Yahav: Se lo estoy diciendo, yo lo sé.
Amnon Neumann: ¿Este caso particular?
Dan Yahav: Si.
Amnon Neumann: ¿Con este egipcio?
Dan Yahav: Si, si.
Amnon Neumann: Veo que que ha hecho alguna investigación.
Dan Yahav: Ellos la lavaron, la prepararon y luego hicieron lo que hicieron. (Silencio)
Amnon Neumann: Yo no conozco los detalles y nunca quise llegar al fondo de lo ocurrido.
Dan Yahav: Por cierto, el archivo del IDF es reacio hasta hoy a abrir los documentos relacionados con casos de violaciones. Es todavía (un tema de) “seguridad israelí”. (Largo silencio)
Amnon Neumann: Después de eso estuve en Beersheba. Hubo una corta batalla ahí. No fue una gran batalla, cuatro o cinco horas y se acabó. Había una cadena de puestos militares egipcios ahí, 10 Km. Después de Beersheba, cuando los atacamos, fué la primera vez que encontré, en Beersheba, lo que llamamos “comando francés”. Era una unidad compuesta por inmigrantes de Marruecos. Fueron entrenados en Beersheba, en los callejones de Beersheba, y ellos atacaron ahí. Estuvimos bien, nosotros vencimos a los egipcios, los egipcios no resistían demasiado en ningún lugar. Fué la primera vez que vi soldados caminando alrededor de los egipcios muertos. Resultó que estaban buscando dientes de oro en las bocas de los oficiales. Me volví loco. Mi mundo conceptual era diferente.
Lia Tarachansky: ¿hubo casos de desobediencia a las ordenes? ¿Alguno se paró y se fué en vez de recorrer todo el camino hasta el final?
Amnon Neumann: ¿Donde? ¿con nosotros? No. Nunca. Todos recorrimos todo el camino hasta llegar al amargo final.
Eitan Bronstein: Usted sabe, Amnon, una vez nos reunimos con un soldado que peleó en Beersheba y nos contó que mataron gente que huyó de Beersheba, la gente huía y los soldados les disparaban, le disparaban a civiles.
Amnon Neumann: Si, si, si. Ellos huían hacia el este y al sur y se les disparaba. Eso fué porque, yo lo vi … ok, yo también lo hice. ¿terminamos? ¿porqué debo contar los detalles?
Eitan Bronstein: Pero usted puede describir exactamente estas cosas, ¿como usted como soldado, usted le disparaba a gente que usted veía que no le disparaban a usted, como … como se entiende entonces? ¿en ese lugar? ¿tenía derecho para hacerlo?
Amnon Neumann: No le entiendo, yo tenía 19 años.
Eitan Bronstein: ¿usted solo lo hizo?
Amnon Neumann: Yo era un tonto y no lo sabía. Si. Es por eso que estoy tan desesperado, porque los soldados son siempre de 19-20 años, y nunca se dan cuenta hasta que han pasado por cuatro batallas. Ese es el punto principal. Y siempre habrá nuevos jóvenes de 19 años.
Amir Hallel: ¿hubo una orden para hacer eso?
Amnon Neumann: Donde yo estube, hubo una orden en un caso. Como dije, los horrores de la guerra son más difíciles que las batallas de la guerra, que no son fáciles.
Eitan Bronstein: Escuché reciéntemente acerca del testimonio dado por un Palmachnik, [quien estuvo] creo que en Simsim, ¿estuvo usted en Simsim?
Amnon Neumann: Estuve después que la aldea fue destruída.
Eitan Bronstein: ¿Entonces tal vez escuchó testimonios de soldados diciendo que salvaron mujeres palestinas de hombres palestinos que les disparaban a sus esposas?
Amnon Neumann: Ellos no las salvaron, nuestros soldados no salvaban a nadie. Mire, en el calor de la batalla usted no salva a nadie. Salva a una sola persona, a usted mismo. ¿correcto? Usted no salva a nadie. Después vino la gran batalla por Be’erot Yitzhak. Realmente, una gran y terrible batalla. La mitad de los hombres de Be’erot Yitzhak muerieron ahí. ¿Cuántos fueron? Fueron 100, 40 murieron ahí, o algo así. Y nosotros llegamos desde Sa'ad a salvarlos y los pelotones de “Los animales de Negev” vinieron de otra dirección y entonces hubo una batalla. Nosotros disparábamos y ellos disparaban. Al final, arreglaron su ametralladora y acribillaron a los sudaneses. Eso era un campo de alfalfa. Recto, uniforme. Y entonces desde cierta distancia, por primera y única vez, vi como los oficiales egipcios caminaban con pistolas con los soldados delante de ellos, disparando, cayéndose, parándose, disparando. Esa era una de las unidades de elite del ejército sudanés, que después estuvieron en 'Iraq Suwaydan también, hasta que conquistaron 'Iraq Suwaydan.
Amir Hallel: ¿qué quiere decir cuando dice que esos oficiales caminaban con pistolas?
Amnon Neumann: ¿qué razón tiene un pobre sudanés de ir a hacerse matar? ¿para qué? ¿acaso lo sabe él? Esos eran los métodos británicos, que debe haber orden. Pero los británicos no tenían … fué así también en la Primera Guerra Mundial, se lo aseguro. Nadie quiere morir así. ¿qué tenían aquí los sudaneses? Eran altos, gigantes, negros musculosos. Después de la batalla nuestro pelotón fue a juntar el botín y los documentos. Esa era una de nuestras tareas.
Eitan Bronstein: ¿qué quiere decir con ‘los documentos’?
Amnon Neumann: De los muertos! Qué unidad era, qué hicieron, ¿justificado? Caminábamos por ahí entre … dábamos vuelta a cada uno, y … todo eso. En aquel momento no sentía nada por esas personas muertas. Eran enemigos y era bueno que estuviesen muertos, ¿correcto? No sentía nada especial.
Amnon Neumann: En Marzo 1949 comenzó la carrera por conquistar Eilat. Bajamos hasta Wadi Abiad, donde está 'Ovda. Y pudimos matar pobres egipcios ahí también, aquellos que quedaron separados de sus unidades, les disparamos desde las colinas. ¿correcto? Nadie … estaban abandonados, nadie les prestó atención. Después de una semana se nos dijo, Operación 'Ovda –van a conquistar Eilat. Nuestro pelotón se dividió en dos, hubo un grupo que llevó a toda la Brigada Negev. Y nos fuimos, yo era el comandante de exploración, nos fuimos una hora después que ellos. En uno de los wadis de pronto escuché un sonido que era familiar para mí, una mina terrestre explotó, miré hacia atrás y vi al jeep detrás de nosotros volar por el aire y desarmarse. Inmediatamente abrieron fuego sobre nosotros. Mi chofer y yo … (riéndose) saltamos bajo el jeep. Dejé la ametralladiora MG colgando ahí (riendo). Y él me dijo, su nombre era Basri, era de Iraq, él me dijo, Amnon este es el final. Habíamos estado un año juntos. Este es el final. Vimos las cabezas, las kafiyas de los soldados de la Legión sobre nosotros, aproximádamente a veinte metros. Así que le dije, no hay nada que hacer; aquí, cada uno de nosotros tiene un rifle, disparemos cinco tiros, el cargador completo, y corramos, que suceda lo que suceda. Y así lo hicimos. Disparamos, corrimos y nos escondimos. Unos días después nuestro comandante dijo que habíamos conquistado Eilat y nos condujo hacia allí. Condujimos hasta llegar a Wadi Paran. Ahí le dije, escuche, vayamos a 10 Km. de aquí y veamos que le pasó al jeep. Él dijo OK, entonces estábamos todos tensos, podría haber una emboscada o algo así. Me fijé en el mapa y les dije, estamos a 300 metros del jeep, y así fué. 200m antes del jeep vi un jordano muerto, con su kafiyah. Fuimos hasta él, tenía una bala aquí (apunta a su cabeza), de las diez balas que disparamos. Y entonces vimos las minas. Nuestro jeep fué presionado contra la rueda que no se salió. El segundo jeep pasó encima de él. Llegamos a Eilat y la guerra había terminado.
Amir Hallel: Un segundo Amnon, ¿qué pasó con los beduinos? Usted comenzó a decir algo sobre ellos.
Amnon Neumann: Correcto, me olvidé. Los Azazme, y los Tarabin. Estuvimos ahí por dos meses, marcamos las rutas que serían construídas después en la meseta de Negev. Fuimos a cada remoto rincón ahí, realmente, a cada rincón. Fue entonces cuando vi a los Azazme y los Tarabin. Ellos se escondían en todo tipo de lugares, en angostos wadis. No se de que vivían. No se donde bebían agua. Era en la meseta de Negev, había un pozo ahí donde íbamos cada dos semanas a lavarnos. Bir Malihi. El buen pozo. Malihi en árabe significa bueno. Fue entonces cuando vi como vivían ahí. Ellos estaban aterrorizados. Cuando aparecíamos con los jeeps, los hombres montaban en sus caballos y huían, dejando a las mujeres y a los niños. Nunca los tocamos, ¿correcto? Esta no era la gente a la que queríamos lastimar.
Pregunta: ¿no había órdenes de expulsarlos, de transferirlos?
Amnon Neumann: No, no. Usted me está haciendo acordar de los Jahalin. La misma semana que conquistamos Eilat, nuestro pelotón tenía solamente tres o cuatro personas que fueron llevadas a la conquista de 'Ein-Gedi. Cuando volvieron, después de dos semanas, todos volvimos así que yo les pregunté a ellos, ¿qué hicieron? Ellos me contestaron, Nada. Había Jahalin ahí, disparamos al aire y ellos huyeron. No matamos a nadie, no hicimos nada, y Ein-Gedi fué ocupada. Después escuché acerca de los Jahalin en varios lugares. Era una gran tribu en el este del país y parte de ellos vivían también en Jordania. Hace un año, visité… como le dicen a este lugar … donde fué Sima.
Dan Yahav: Ma’ale Adumim, ellos están aún allí.
Amnon Neumann: Si, si, Ma’ale Adumim. Estuve ahí y vi a los Beduinos. Yo dije, Hannah, tengo que acercarme a ellos. Y luego me acerqué. Los jóvenes nos recibieron, Hannah se quedó en el auto porque era un día muy caluroso. Los jóvenes nos recibieron con tanto odio: “piérdanse, porque debemos hablar con usted, ¿es usted un periodista?” Yo le dije, No, no soy un periodista. Entonces me preguntó nuevamente, “¿es usted un periodista?” Yo le dije, No. Y entonces vi a un anciano parado a un lado. Me acerqué y le dije, ¿Quién es usted? Él me respondió, “Somos Jahalin”. Yo le dije, ¿de donde son ustedes los Jahalin? Entonces él dijo, “de Arad”. Yo le dije, No mi amigo, usted no es de Arad, del área de Arad. Entonces él me dijo, “¿Cómo lo sabe usted?” Yo dije, lo sé. Usted estuvo en el Mar Muerto. Se lo dije en árabe. Entonces me dijo, “¿Cómo lo sabe usted?” Entonces le dije, ellos lo expulsaron hace 60 años, ¿no es así?. Él dijo, “es correcto, después de eso estuvimos en Arad. Pero antes de eso estuvimos en el valle de abajo”. No había muchos para expulsar ahí.
Pregunta: Usted también dijo que quemaban las casas.
Amnon Neumann: Eso fué en el sur.
Eitan Bronstein: O sea que en el sur las casas fueron demolidas inmediatamente después de la ocupación, cuando la gente se fué.
Amnon Neumann: No era un problema el demolerlas. Eran casas de barro y paja, nada.
Preguntas del público: ¿Cómo lo hacían? ¿Cómo demolían las casas?
Amnon Neumann: Era suficiente para un vehículo blindado pasar y darle un golpe y todo la casa colapsaba.
Amir Hallel: ¿qué hubieran hecho si la gente hubiese intentado volver a sus aldeas, qué hubieran hecho?
Amnon Neumann: Oh, si. La gente que estaba en Gaza quería retornar a sus aldeas. Ellos hubiesen venido de noche y habrían hecho dos cosas: primero, había ahí una agricultura especial, en la arena de las dunas, en la zona norte. Las vides florecerían y necesitaban ser podadas, así que ellos hubiesen venido de noche. Ellos no sabían que no iban a volver nunca. Y nosotros los esperábamos, era imposible dejarlos caminar por ahí, así que los estábamos esperando.
Eitan Bronstein: Espere un minuto, a que habían venido, usted no lo dijo.
Amnon Neumann: A cuidar las vides, a tomar todo tipo de cosas de las aldeas, nunca miré en sus bolsas. Nos hubiésemos escondido y los habríamos matado. Esa era parte de las cosas horribles.
Una mujer del público: Una de las mujeres-soldado, la mujer que sirvió en el Palmach, nos contó como durante la guerra y después de ella a lo largo de su vida, la parálisis moral era tan fuerte que tenía que ser acompañada por la agresividad, y lo que ella dijo fué que después de varias décadas de reprimir tan duramente lo que ella hizo, la demolición de las aldeas, la expulsión, le tomó décadas, hasta que un día estaba caminando en cierto bosque y de golpe ella recordó que estaba parada en un lugar donde una vez hubo una aldea. ¿ha tenido usted ese tipo de experiencias?
Amnon Neumann: Oh, ¿experiencias de este tipo? Si. Me ocurrió, pero me ya no me shockean. Solía quedar shockeado pero ya no.
Pregunta: ¿tal vez pueda contarnos?
Lia Tarachansky: ¿usted no quiere hablar?
Amnon Neumann: Vamos! ¿quiere usted que yo le cuente que le disparé a un camión lleno de gente? (tosiendo) No tiene sentido. No cambiará la esencia de toda la Nakba.
Desde el público: Pero si podremos saber como los reprimió, puede que nos permita entender como es que toda la gente de Israel sigue sin saber acerca de la Nakba.
Mujer del público: ¿Cómo puede usted, miembros del batallón, nunca haber tratado de sentarse juntos, a hablar, para traer los recuerdos de vuelta?
Amnon Neumann: No. Uh, no, nosotros tuvimos reuniones hace varios años.
La mujer continúa: a tratar, después de ponerse serios no lo intentó usted …
Amnon Neumann: No, no había nadie con quien hacerlo. Teníamos reuniones de compañía, batallón, brigada, del Palmach, ¿correcto? Al final dejé de ir y mi mujer se enojó mucho. Yo le dije, no quiero escucharlos. Siempre están solo hablando de si mismos. Como fué aquí y allá. Nadie pensaba críticamente. ¿Cómo lo diría usted? Moralmente hablando, parálisis moral. Eso era parálisis moral.
Eitan Bronstein: Pero ahora ha dicho usted algo importante. Usted dice todo el tiempo que es una guerra y que en las guerras ocurren cosas horribles.
Amnon Neumann: Eso es correcto.
Eitan Bronstein: Por otro lado, de sus descripciones y de lo que usted está diciendo y poniendo en claro aquí y allí acerca de haber participado en cosas horribles también, esa no es exactamente la definición de guerra. ¿es esto a lo que usted se refire con “guerra”?
Amnon Neumann: Como yo le dije, los horrores de la guerra son tan duros como la guerra. Yo dije eso. Estos horrores, las cosas horribles que ocurren en una guerra son siempre peores que la guerra. Cosas peores, eso son, cuando se mata mujeres, cuando matas niños, todos los horrores que circundan la guerra, no la batalla, son peores que las batallas. Se le llama “moraot” [horrores] en hebreo. No “me’oraot” [eventos], sino “moraot” de la guerra. Las cosas horribles de la guerra.
Eitan Bronstein: Usted se refiere, a casos donde se mató a civiles. ¿se refiere usted a este tipo de casos?
Amnon Neumann: Exactamente.
Question: Amnon, ¿será posible que pueda usted contarnos, sino de un evento específico, al menos un poco en principio acerca del método? ¿realmente del método?
Amnon Neumann: No había un método.
Continuando la pregunta: el método de expulsión, como fué hecho.
Amnon Neumann: Oh, el método de expulsión! Ellos llegaban a una aldea, disparaban al aire, y como los aldeanos no tenían armas, no tenían nada, empacaban sus cosas y huían. Algunas veces ellos disparaban tras de los aldeanos y algunas veces no, y eso es todo.
Continuando la pregunta: ¿y qué hacía usted después de eso, abandonar la aldea? ¿quemarla?
Amnon Neumann: Había tan poco en la aldea, como dije, en algunos casos conocidos nosotros quemábamos las aldeas y en otros casos nos íbamos. Ni una… no había nada que robar. Mire, no había un botín allí. Eran tan pobres como un ratón de iglesia. No había nada que robar. Yo, el único botín que tomé, encontré una especie de alfombra de oración, la puse en mi pozo, donde dormí por tres meses.
Amir Hallel: En el sur, en el área donde estubo usted en el sur, en el Negev, ¿hubo prisioneros tomados de los aldeanos, o se le permitió a la gente huir?
Amnon Neumann: Si, si. Usualmente se les permitía huir. Si había casos …
Desde el público: ¿No hubo prisioneros o cosas como esas?
Amnon Neumann: ¿prisioneros egipcios?
Desde el público: No, aldeanos.
Amnon Neumann: No. Si hubiese habido prisioneros los habríamos matado inmediatamente.
Desde el público: ¿puede hablarnos acerca de la ocupación de Beersheba?
Amnon Neumann: No era mucha la fuerza egipcia allí, y donde eran atacados no resistían mucho. Vi los cañones, cuando los capturamos. Matamos alrededor de 80 egipcios. ¿y qué? En dos horas los cañones estaban en nuestras manos, no podíamos hacer nada con ellos. Nadie entre nosotros, ni los comandantes de compañía y de batallón sabían usarlos, nunca en su vida habían visto un cañón.
Amir Hallel: ¿Después de la captura de los cañones continuó usted en el pueblo?
Amnon Neumann: No, fué suficiente. De la segunda compañía muchos murieron, de los “Animales del Negev”. Tu no avanzas porque si. De Beit Hanoun. Después Beit Hanoun no existió más.
Mujer del público: Yo escuché sobre un método de expulsión en el que tres lados de la aldea se cerraban y se dejaba abierto un lado por el que querían que se produjese la expulsión. ¿fué ese el método que ustedes usaron?
Amnon Neumann: Así fué. Se colocaba una escuadra aquí, una escuadra allí, una allá, se disparaba al aire, no solo directo a ellos, y ellos huían, no tenían nada con que defenderse.
Mujer del público: Ellos entendían que esa era la única dirección.
Amnon Neumann: Ellos sabían que tenían que llegar a Gaza, y conocían la dirección mejor que nosotros.
Eitan Bronstein: Amnon, quiero preguntarle algo acerca de esos horrores de los que le cuesta hablar, y lo entiendo, ¿pero puede usted decirnos algo a pesar de todo, digamos, algo de lo que hablaban entre los soldados, por ejemplo? Después de todo, ustedes hicieron cosas, y ustedes eran adultos, ustedes hicieron cosas difíciles. ¿compartieron ustedes esas experiencias después?
Amnon Neumann: No fué difícil. ¿Para quién fué difícil? ¿para el comandante de escuadra que dió la orden, para el soldado que apretó el gatillo? No fué difícil. Era completamente natural -teníamos que hacerlo. Si no, nos hubiesen masacrado a nosotros. ¿Piensa que si hubiese sido de otra manera hubiera sido mejor?. Hubiese sido mucho peor. No hay duda al respecto.